martes, 5 de noviembre de 2013


TATA MEZCALERÍA

Antes que nada quiero hacer un reconocimiento público (lo público que pueda llegar a ser esta cosa...) a los que son capaces de actualizar un blog al menos una vez a la semana sin que les paguen por ello.  Está cañón.

Ya entrando en materia, les cuento que el fin antepasado Polloloco, Antonio, Añorve, el Invete y yo nos lanzamos al Festival Internacional de Cine de Morelia (http://moreliafilmfest.com/).  Con tan buen ambiente y tanta fiesta, ya se podrán imaginar que lo que menos hicimos fue ver películas.  Y qué bueno, porque no ganó nuestro corto favorito.  Estuvimos a nada de armar la resistencia social pacífica frente a la catedral en protesta.  De hecho sólo alcancé a ver la de un niño autista que se pierde en el metro de NY durante el huracán Sandy y la verdad con la crudita que les manejaba sí me dio la angustia. 

Lo que sí estuvo a toda madre fue que nuestro director de fotografía favorito -el Perro-, ya me había prometido desde hace algunas semanas llevarme a un restaurante que me iba a gustar mucho; tenía razón.  Pasando la puerta de madera de la entrada, muy del tipo de las que tienen las casas antiguas, lo primero que está a tu izquierda es la barra, el lado del que entras sólo es para que los meseros pidan bebidas, del otro da hacia una mini sala que supongo hace las veces de bar.  Las paredes están llenas de obras de artistas locales, destacando un cuadro de Fernando Motilla que está bastante chido.  Me gustó mucho el estilo mexicanoso-cotorrón que le pusieron.  Según yo, la mejor mesa del salón principal es la que está al fondo abajo de un árbol.  Te da muy buena perspectiva de todo.  Por suerte llegamos temprano y nos sentaron ahí.  También hay un patio de muy buen tamaño con varias sillas Acapulco y un escenario chiquito en donde me cuentan hasta poesía hay.  El patiecillo tiene la mejor onda para echar unos alcoholes nocturnos.

Bar interior
De entrada nos echamos la kermesse de botanas, la terrina de conejo y los tacos de camarón.  La terrina fue mi favorita, pero definitivamente es para compartir.  El sabor es demasiado intenso y no sé si sea mucho para una sola persona.  Las botanas también están muy muy buenas.  Trae taquitos dorados de papa, frijoles negros, chicharrón prensado frito (¡delicia!) y lo que después de pensarle vaaario rato me di cuenta que era maíz pozolero picante.  El Perro y su chica pidieron el cebiche y también muy rico.  Muy bien preparado.  Incluso creo que traía mango.  Para el plato fuerte estaba entre el cordero y el chamorro.  Decidí seguir la recomendación de nuestra muy sonriente mesera y pedí el chamorro.  Como recomendación, pídanlo deshuesado.  Está mucho más fácil maniobrarlo, aunque ya no se ve tan bonito.  Este platillo también está para compartirse, es bastante.  La carne, a pesar de no tener demasiada grasa, tenía muy buen sabor y con el mole/adobo que traía encima quedaba de lujo.  Los tacos iban y venían.  Mención especial merecen las corundas (algo así como tamalitos triangulares), que aun cuando se me hacen muy aburridas, las preparan como marinadas en limón y naranja y quedan rebién.  Abran su corazón y denles una oportunidad.  También está muy padre que tienen miles de mezcales, cocteles, incluyendo los cocteles del día y una buena selección de cervezas artesanales michoacanas.  Una muy buena opción es el mezcal de la casa, que aparte de bueno está a precio pacto.  
Kermesse de botanas
El restaurante está increíble perfecto para no terminar como todo chilango en los Juaninos o en los portales.  Tiene mucha onda y se me hace que se presta para esas sobremesas largas que tanto gustan a chicos y grandes.  Ojalá no tenga que esperar hasta el próximo octubre para ir a probar más cosas.  Como tip, si sólo quieren echar un par de tragos, también está el Tatita.  Tienen muchos mezcales y cervezas artesanales. Está en Jardín Villalongín 42 en el centro de Morelia.

Dato curioso:  Me cuentan que Quentin anduvo por allá y le gustó mucho.  En una de esas tienen suerte para la próxima y le pueden intensear sobre qué hubieran hecho diferente para "mejorar" sus películas.

Mejor forma de llegar:  Taxi, muchachos.  Recuerden que el mezcal es sabeeeroso pero traicionero y ya hay alcoholímetros en Morelia.

Precio: Excelente relación calidad precio, mijos.  Botanas, platos fuertes, chupes y postres y pagamos $400 Pesos ya con el muy merecido 15% de propina. 

Terrina de conejo

Tata Mezcalería
Bartolomé de las Casas 511
Colonia Centro
Morelia, Michoacán
01 443 312 9514
Website: http://www.tatamezcaleria.com.mx
Twitter: @tatamezcaleria
Facebook: http://www.facebook.com/tatamezcaleria

viernes, 19 de julio de 2013

I LATINA

Seguro estaban preocupadísimos porque no había subido nada en un ratote, pero la verdad es que pasar 9 horas frente a una computadora para ganarse el pan de cada día de repente quitan las ganas.  Lo que está buenísimo es que cada vez abren o me recomiendan más restaurantes.  No sé qué está pasando, pero las opciones para pegarle a la cazuela como Dios manda han aumentado muy cañón, desde food trucks, pasando por restaurantes de manteles largos y "gastrofondas".  Incluso eventos como Mesamérica o los pop up dinners de los muchachos de Escondite.  Como gordito que soy me parece muy emocionante.

Pues les cuento que gracias a que un compañero de la oficina me invitó a su boda en Guadalajara (que por cierto estuvo de lujo) y no sin antes haber hecho un D.F. - Mexicali - Tijuana - Gdl. y olvidar la compu en el taxi, fui a la I Latina.  Eso y que Juguito, aparte de ser una excelente pareja de boda, tuvo la amabilidad de pasar por mí después de haberse echado una carrera de no sé cuantos kilómetros.  Total que el domingo en medio de un calor tapatío cuasi infernal, nos lanzamos.  El restaurante está junto a lo que creo recordar son unas vías del tren.  Mi recuerdo no parece tan descabellado dado que según el restaurante está puesto en lo que parecerían unas bodegas.  Pueden reconocer la entrada por la puerta pintada de rojo brillante, color que predomina.  Una vez que entras, es muy posible que te des cuenta que los dueños son fanáticos de los puerquitos.  De hecho hay un como librero gigante atrás de la barra lleno de figurillas del sabroso porcino. Tienen una terraza que se ve muy a gusto, pero preferimos evitar la deshidratación y pedir adentro.  Como no había mucha concurrencia cuando llegamos, le hablamos a Ronaciano para que él y su amigo nos acompañaran aunque sea al postre; ¡y qué postre!

Primero llegó el pan y una mayonesa/mantequilla con pimienta y chipotle para untar.  Esto pudo haber sido mi perdición.  Nos lo echamos en cuestión de minutos.  Después, a sugerencia de Juguito pedimos unos tacos de atún y yo pedí una mini cazuela de jaiba y chorizo.  No saben lo rico que estaban los dos.  Los tacos de atún traían un lomo de atún sellado cada uno con una salsa de ajo y col morada que le daba la onda crunchy.  Por el otro lado, lejos de lo que yo hubiera pensado, el sabor de la jaiba quedaba re-bien con el sabor grasosón y especiado del chorizo.  Muy recomendables.  De plato fuerte pedimos un tipo chuletón con puré de camote (nada especial) y black cod en salsa miso que sí estaba muy bueno.  La carne de mi pescado estaba jugosa y firme y la salsa no era el pegote dulce que te dan en otras partes.  Para este momento de la tarde, el restaurante ya estaba a reventar y nuestros amigos ya habían llegado, así que optamos por pedir unas ginebritas con pepino y toronja para aminorar el calor y adormecer las manías.  Finalmente llegamos al postre y aunque Juguito me odie, su trufa de chocolate no rifó y menos con el calor.  El resto compartimos un crocante de plátano y cajeta realmente maravilloso.  No duró nada.  Y eso que los tres ya estábamos llenos...

Creo que para los que, como yo, somos primerizos en Guadalajara es una opción increíble para empezar conocer todo lo que esta ciudad tiene además de ese manjar de la comida para crudos conocido como tortas ahogadas.  El lugar se presta igualmente si van con toda la sagrada familia o para echar trago con los muchachos o la novia.  Sin duda hay que regresar más holgados de tiempo a probar más comederos.  Una última cosa, si no tienen reserva y van a ir en fin de semana, mejor cáiganle temprano.

Dato curioso:  Tienen una restaurante hermano ingeniosamente llamado Anita Li al que no pude ir y supuestamente también está muy bueno.  Digo ingenioso porque si no le cacharon, Anita Li es I Latina al revés.  Me pareció muy cotorro.

Mejor forma de llegar:  En tiempo de calor, en coche y con un local.

Precio:  Pagué $1,200 Pesos ya con propina por Juguito, el postre de Ronaciano y el suscrito.  Me parece que está más que bien.  Especialmente si en cualquier ya te venden un "bistec" en $550 Pesos.

Jaiba con chorizo
I Latina
Inglaterra 3128
Colonia Vallarta Poniente
Guadalajara, Jalisco
01 33 3647 7774
Website:  www.ilatinarest.com.mx

lunes, 20 de mayo de 2013

BISTRO 83

Desde hace tiempo quería probar algo por el sur para darle variedad al asunto.  Así que cuando por fin regresaron Polloloco y Antonio de uno de sus múltiples viajes alrededor del mundo armamos plan para comidita dominguera.

Lo que nadie me dijo es que los fines de semana es un suplicio llegar al restaurante por el tráfico que hace toda la gente que va al centro de San Ángel y al mercadito de artesanías.  Me aventé como 25 minutos para cubrir un trayecto de 100 metros.  Para mejor referencia, el Bistro 83 está en Plaza Grand San Ángel.  De hecho ahí también hay otros lugares para comer.  Como necesitábamos una mesa grande, nos tocó en una esquina de la terraza.  La vista al jardín desde donde estábamos está increíble.  Aparte de la vista de la terracita y lo cómodo de las sillas, no hay mucho más que decir.

Definitivamente los dueños prefirieron enforcarse en la comida.  Para empezar pedimos las típicas tostadas de atún, crème brûlée de foie y un queso brie en salsa de uvas y vino tinto.  Las tostadas lo único que tenían de diferente es que son más pequeñas que las normales.  El atún estaba fresco, así que estaban ricas.  Lo que más me gustó fue el crème brûlée, te lo traen con higos frescos y pan de centeno.  No se lo pierdan.  Aunque definitivamente es para compartir porque, como saben, el sabor es demasiado intenso y te puede llegar a cansar.  Luego me eché un consomé de mejillones.  También buenísimo.  Tiene un saborcito a vino blanco que queda perfecto.  Aparte creo que es una muy buena elección si quieres llegar hasta el postre sin morir en el intento.  De plato fuerte me eché un chuletón que originalmente viene en una salsa de cebollas caramelizadas, moras y nueces, pero que a recomendación de nuestro mesero lo pedí con una salsa molcajeteada.  La carne estaba deliciosa y muy bien cocinada.  Definitivamente el cerdo es rey; el sabor es inmejorable.  ¡Pídanlo!  Antonio pidió un french dip que tenía muy buena pinta y, a juzgar por la velocidad con la que desapareció, seguro estaba muy bueno.  Para cerrar con broche de oro (literal...) pedí un pastelito ferrero.  Hagan de cuenta que estás en una de las fiestas del embajador y te estás comiendo un Ferrero Rocher gigantesco.  Te lo traen con una mousse de chocolate y una placa muy muy delgadita de oro comestible.

La verdad es que este restaurante es una muy buena opción si andan por esos rumbos o quieren olvidar el mal rato que los hicieron pasar durante 4 horas en el Bazar de los Sábados.  Se me hace que está ideal para ir con tus papás o para quedar bien con el suegro mala vida.  Si van en domingo tengan mucho cuidado, esa terracita está tan a gusto que de repente te das cuenta que ya es de noche y que alguien más tiene que manejar tu coche.  Especialmente si en lugar de que te den las de la casa, te invitan oooootra botella de vino...  Si no hacen reservación, mejor ni se molesten.  

Dato curioso: Cuando la gente llegue con mucha hambre y de mal humor sírvanles mezcal.  Verán cómo se ponen bastante más cotorros.

Mejor forma de llegar: Si van en fin de semana, mejor dejen el coche en otro lugar.  De verdad el lugar se atasca.

Precio: Caro, pero lo vale.  Nos tocó de a $1,400 por persona, pero créanlo, nadie se limitó a la hora de pedir, aperitivos, vino, café, postre, cubas, DE TODO.

Chuletón de cerdo
Bistro 83
Amargura 17.  Plaza Grand San Ángel
Colonia San Ángel
D.F.
Teléfono: 5616 4911
Website: www.bistro83.com.mx

lunes, 1 de abril de 2013

BISTROT ARLEQUÍN (POLANCO)

Hace como dos meses me di cuenta que habían puesto un Bistrot Arlequín en Polanquito y desde ese día me dieron ganas de ir.  Lo que no había sido posible por cuestiones tales como un viaje de último momento al bello Mexicali o la falta de quórum.  Felizmente, hace algunos viernes, gracias a una muy tempranera invitación del Nono para ir a comer (8:16 a.m.) por fin pude conocerlo.

El restaurante está en una esquina muy cotorra en donde alguna vez estuvo el efímero Ludwig.  El lugar tiene muy poca decoración y está dividido en dos partes.  La terraza -que se ha vuelto una constante en los restaurantes de la zona- y el salón interior.  Adentro hay apenas unas 5 mesas porque la cocina abierta ocupa gran parte del espacio.  Incluso cuando pasas para el baño puedes ver todo lo que hacen los cocineros.  En mi opinión, en esta época de "verano chilango" está mucho más a gusto sentarse afuera. Si pueden agarrar mesa baja, mejor, porque las periqueras no están tan cómodas.  De hecho a nosotros nos tocó mesa alta y preferí comer parado.

Cuando pruebas la mantequilla de la casa (le ponen ajo y mostaza dijon), te das cuenta que todo va a estar muy bien...  Sólo tengan mucho cuidado, porque de la nada ya llevan 3 panes y hay que guardar lugar para el resto.  De primer tiempo pedimos una sopa de cebolla, que a decir del Nono estaba suficientemente cumplidora y una terrina de pimienta verde.  La terrina estaba muy buena, trae pepinillos encurtidos, un poco de mostaza, ensalada y es suficiente para compartir entre dos personas.  Son 4 rebanadas.  Recomiendo que se la coman con un pedazo de pan si no es que ya están medio empachados con los que se comieron al principio.  De plato fuerte pedimos el típico boeuf  bourguignon y un estofado de cordero con champiñones.  El boeuf cumplió con todo lo que se esperaba, aunque la pasta que traía de guarnición estaba muy sin chiste.  Mi estofado estaba rico y cremoso.  Si piden mi platillo, no dejen de tirarle encima al arroz salvaje la salsita de la carne.  Quedó buenísimo.  Para cerrar como corresponde, a instancia de mi acompañante, pedimos un crème brûlée.  La costra estaba suficientemente dura y el azúcar bien quemadito.  También muy rico.  Total, a esas alturas qué más daban un par de calorías más.

La verdad es una súper opción en la zona.  Y a pesar de que el servicio podría parecer medio desorganizado, se esfuerzan mucho por atender bien y normalmente te dan una buena solución.  Aunque sí les recomiendo que reserven porque ya se está llenando mucho. 

Dato curioso:  A pesar de lo que los meseros te decían cuando abrieron, no son los mismos que los del Arlequín de Río Nilo.  Supongo que hubo una de esas peleas tan típicas en los restaurantes y parte del equipo decidió abrir otro negocio.  Aun cuando le cambien el nombre a éste, me aventuro a decir que le va a ir muy bien.

Mejor forma de llegar:  Al igual que en todo Polanquito, mi recomendación es llegar caminando por aquello de la estacionada.  No tiene valet parking.

Costo: $800 pesos por los dos con todo lo que les conté además de dos cervezas y dos copas de vino.  Creo que el balance calidad/precio es muy bueno.

Boeuf Bourguignon con arroz salvaje
Bistrot Arlequín (Polanco)
Julio Verne esquina Alejandro Dumas y Masaryk
Colonia Polanco
D.F.
5292 4867 // 5292 8639
Correo electrónico:  reservaciones@arlequinbistrot.com

viernes, 8 de febrero de 2013

CHEF HERRERA

Se podría decir que lo que me llevó ahí fue: a) lo mal que juegan los Pumas últimamente y b) el anexo técnico-arquitectónico de una carretera.  Les explico.  Hacia mediados del año pasado aposté con PT que si los Tigres le ganaban a los Pumas yo iba a Monterrey y viceversa.  "Sorprendentemente" ganaron los Tigres 5-0...  Digo lo del anexo porque una llamada con mi jefe estuvo taaaan aburrida y taaaaaan larga que me puse hojear una revista, enterándome así de los Gourmet Awards y que Chef Herrera en Monterrey había ganado Mejor Restaurante Nuevo por encima de comederos tan populares últimamente como el Quintonil y Maximo Bistrot.  Así, cuando me lancé a pagar mi apuesta, ya tenía resuelta una de las preguntas que aquejan continuamente al ser humano "¿Dónde comemos?".

Como el lugar está medio escondido en una callecita perpendicular a la avenida principal y, según recuerdo, el exterior está todo pintado de negro fue medio difícil encontrarlo.  Tip: La puerta de entrada es corrediza.  A mí me tomó 1 minuto completo darme cuenta.  Algo que les garantizo no van a dejar de notar cuando estén adentro, son las constantes referencias a Edgar Allan Poe, ya que además de un cuadro con su imagen rodeada por cuervos, arriba de la barra hay un pizarrón con algunas recomendaciones de vino y una frase de uno de sus poemas, Spirits of the Dead.  El esqueleto colgado en la pared y los candelabros hechos con lo que creo son cuernos de venado, terminan el numerito.

Dada la ingesta de "jaiboles" de la noche anterior, lo primero que el suscrito y PT pedimos fue un Lin Chin.  Coctel preparado con sangrita de la casa, jugo de naranja y cerveza.  Superó todo lo que uno podría esperar de un buen clamato con chela.  Tal fue el enamoramiento, que tuvimos que repetir la dosis antes de que siquiera llegara la comida.  Por el frío, primero nos pedimos un caldito norestense, que según yo, era como una crema de frijol bayo con bolitas de queso y juliana de tortilla frita.  Verdadera comida tradicional hecha con muy buena materia prima.  Como segundo tiempo nos decidimos por la lengua braseada y el tlapanil.  La lengua no estaba ni chiclosa ni deshaciéndose como barbacoa y venía en una salsa que de pronto era algún tipo de adobo.  Los tacos que nos hicimos con las minúsculas y muy gruesas tortillas que nos dieron quedaron de lujo.  El tlapanil son camarones salteados con manitas de puerco en una salsa de frijol negro picante.  Yo sé, la combinación suena medio rara, pero estaba muy buena.  Total, lo peor que les  puede pasar si se aventuran es que la novia les haga cara de fuchi.  Nada que no se arregle llevándola después por su caramel machiatto deslactosado light venti con poca crema.  Para el gran final, nos recomendaron lo que describieron como un bollo especiado con azúcar impalpable, dulce de leche y una salsa de frutos rojos llamado Pan de Bruja.  Altamente recomendable.  Sobre todo si lo acompañas con un té de jazmín.

A pesar de que los domingos cierran temprano y por lo mismo había muy poca gente, creo que tanto la comida como la decoración cantinosa, se prestan muy bien para ir con los muchachos a cenar un jueves o para darse la tarde del viernes después de comer.  Así que si andan por Monterrey y no tienen ganas del típico cabrito o caer en los restaurantes de la remodelada Plaza Fiesta San Agustín (ahora Main Entrance), es una opción increíble.

Dato curioso:  El té de jazmín me abrió el apetito y a las 3 horas me encontré pegándole a unos boneless en la barra del Chili's.

Mejor forma de llegar:  Con un local para que no haya pierde.

Costo:  $1,100 ya con propina por PT y por mí.

Lin Chin, Caldito Norestense  y Lengua Braseada
Chef Herrera
Río Orinoco 114 Oriente
Colonia del Valle
Monterrey, Nuevo León
01 81 8336 6706 / / 01 81 8335 36 80
Website:  http://www.chefherrera.mx
Twitter:  @elchefherrera
Facebook:  http://www.facebook.com/ChefHerreraMx

jueves, 10 de enero de 2013

AZUL CONDESA

Espero hayan disfrutado de los atascones propios de las fiestas decembrinas tanto como yo y sí estén cumpliendo eso de que AHORA SÍ ya no se van a aparecer a las 5.15 a.m. por el Califa/Faraón/Marvichi/Borrego Viudo con un hambre descontrolada. 

Como todos los solteros más o menos de mi edad sabrán, armar un plan para ir a comer el fin de semana es hasta cierto punto difícil.  Esto porque muchos de tus amigos ya están casados y siempre tienen que ir a un bautizo, una comida con los suegros o al bazar del Sábado.  Razón por la cual mis deseos de ir al Azul Histórico (que dicen se come muy bien y está increíble) se vieron truncados por falta de compañía.  Para mi suerte, Ana y Rockyto me invitaron a comer con ellos y resultó que era al Azul Condesa; en donde el chef al igual que en el Azul y Oro de C.U. y el ya mencionado Azul Histórico, es Ricardo Muñoz Zurita.

El restaurante está donde era el Ligaya y la verdad está agusto.  Me encantó el domo que tienen al fondo porque entra mucha luz y junto con las plantas todo se ve "fresco".  La cocina se ve a través de una ventana muy como de casa y está al fondo a la izquierda.  Supongo que son vestigios del uso habitacional que tuvo la construcción. 

Para botanear pedimos unos panuchos de cochinita pibil y guacamole con chapulines.  Aquí le ponen a los panuchos huevo cocido, a mí la verdad no me habían tocado así.  De cualquier manera estaban bastante ricos y más porque me los comí con una León poco menos que congelada.  El guacamole por su lado estaba muy bien preparado y los chapulines estaban como me gustan: chiquitos, dorados y muy crujientes.  Como no sabía qué mole pedir, el mesero me trajo tres cucharitas con mole amarillo, almendrado y mole negro.  El ganador fue el almendrado y lo ordené con venado.  Aunque me encantó el almendrado al grado de limpiar el plato con pan, la carne de venado no es lo que yo esperaba sin saber mal.  De hecho me recordó un poco al hígado de res.  También, gracias a que una amiga de Rockyto no se terminó todo lo suyo pude probar los buñuelos de pato en mole negro.  Estaban justo como cuando me enamoré de ellos en el Azul y Oro.  No se los pueden perder.  Ya para el postre pedimos un pastel de chocolate y un "nicuatole zapoteco".  El pastel era una especie de soufflé y lo sirven con helado de queso gorgonzola.  Como ya les he dicho, la combinación dulce/salado en los postres se me hace muy cotorra.  El nicuatole estaba para llorar.  Basta decir que Ana dijo que sabía a tortilla remojada...

El hecho que el lugar no tenga decoraciones ostentosas, edecanes güeras de dos metros en mini falda ni 700 guaruras afuera hace que realmente te concentres en la gente con la que estás, mientras le pegas a comida muy bien lograda, no importando si es tu tía abuela o tus amigos de la prepa.  Me encantó.  Algo que vale la pena mencionar es que este chef invita regularmente a diferentes personas a armar menús cortos con inspiraciones variadas; en este momento el tema es "Un Mar de Sabor".

Dato curioso:  Se aceptan invitaciones para ir al Azul Histórico.  Informes aquí.

Mejor forma de llegar:  Si no hay evento en el Plaza Condesa no está tan grave llegar en coche.  Hay valet parking.


Costo:  Echamos 2 botanas, plato fuerte, 3 chelas cada uno y 2 postres para compartir por $500 por cristiano, propina incluida.  No está nada mal para lo caro que ya está todo.  



Nicuatole Zapoteco
Azul Condesa
Nuevo León 68
Colonia Condesa
D.F.
5286 63 80
Twitter:  @munozzurita (Twitter del chef)
Website:  http://azulcondesa.com/