Hace un par de días, y luego de haber sido objeto de diversos engaños y plantones por parte de Brat, finalmente se armó el plan para ir a comer el ya muy platicado, recomendado y esperado pozole verde guerrerense de Casa Tixtla.
Casualmente, la zona por la que está el restaurante es la misma del Chamula's Bar, que como ustedes recordarán se especializa en comida chiapaneca. Así, todo pareciera indicar que Bolívar y las callecitas perpendiculares a ésta son un paraíso de delicadeces culinarias. El lugar es el típico merendero, cenaduría o restaurante de comida corrida al que todos alguna vez hemos entrado, con sillas tubulares y mesas imitación madera. Lo que uno no puede dejar de ver son las claras referencias a Guerrero en la pared. Por donde yo estaba hay un mapa gigantesco del Estado y una máscara de jaguar que seguro han visto en algún museo.
A la hora de pedir, nos fuimos directamente por el pozole verde, que según entiendo toma este color por la pasta de pepita de calabaza o pipián que le echan en la preparación. Este punto es muy importante, ya que si como yo, quieres la experiencia completa hay que pedirlo con carne de cerdo surtida, es decir cabeza, cuerito y maciza. ¡Al diablo el colesterol, los triglicéridos y los comerciales del IMSS sobre obesidad! Brat, como todo un conocedor de la tradición pozolera de su estado, también pidió queso, chicharrón y aguacate. Unos minutos más tarde el mesero hizo su aparición con los platos. Tomen en cuenta que están muy bien servidos y vienen en 3 tamaños. Yo pedí el mediano. Antes de empezar a comer hubo que ponerle, mucho chile de árbol, orégano, queso y chicharrón desmenuzado. La primer cucharada supo a gloria. Todos los sabores quedaban perfecto. El sabor "nuezoso" del caldo, el ácido del queso, lo dulzón del aguacate, el picante del chile de árbol... Simplemente muy bueno. Lo que sí es que es bastante pesado, por lo que no lo recomendaría para comer un martes si no quieres desfallecer sobre tu teclado.
Los meseros, tal como es normal en este tipo de restaurantes, muy amables y veloces, por lo que nunca tienes que esperar demasiado después de pedir algo. Me parece que este lugar es el plan perfecto para un domingo en el que sólo quieras regresar a tu casa después de comer y dormir tooooooooooodo el día.
Dato curioso: Si te empiezan a ganar las cervecitas y de repente te pones muy festivo, hay un señor que canta y que por la módica cantidad de $20 te presta el micrófono para que hagas el ridículo agusto. Si no te sabes la letra completa, no te preocupes, el apuntador viene incluido en la tarifa.
Mejor forma de llegar: Si no eres muy habilidoso en el tema del transporte público, mejor toma coche. Hay valet parking y lo guardan en en un estacionamiento que esta justo enfrente. Ahora, si eres más aventurado, el metro Lázaro Cárdenas está a solo unos metros.
Costo: Por la comida, 2 cervezas, 2 cubas y la propina, pagamos $231 cada uno. No aceptan AMEX.
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Pozole Verde |
Juan Hernández 36
Colonia Algarin
D.F.
5538 81 20
He ido un par de veces a casa Tixtla, y me parece buen pozole, pero despues de leer el blog y la forma de describir, creeme que se me antojo como si no lo conociera! Tendremos que ir a comerlo con los mismos ojos de como lo describes!... por cierto, te falto seguir la famosa tradicion de comerlo con sardina! originalmente guerrerense! Saludos
ResponderEliminar¡Ya sé! Sardina y un huevo crudo... Suena arriesgado.
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