domingo, 15 de julio de 2012

MORIMOTO

El resultado de mi férrea fuerza de voluntad para no tomar durante un mes derivó en que mi amigo Sánchez tuviera que invitarme a comer a donde quisiera, por lo que aprovechandome de la situación escogí el restaurante más nuevo del iron chef Morimoto.

Aun cuando la decoración estuvo a cargo del súper famoso Thomas Schoos (ustedes lo recordarán por el diseño del TAO en NY y The Wilshire en L.A., ambos súper ricos), yo no le entendí en lo absoluto y la verdad no me gustó.  A nosotros nos sentaron en un booth amarillo friégame la pupila de los que están cerca de la puerta.  También me pareció que había demasiado espacio entre las mesas y como el lugar estaba como al 50% se sentía muy vacío.

Bajo la premisa de "el que paga manda", dejé que mi amigo tomara las riendas de la orden y yo sólo escogí el sake, que dicho sea de paso, había tres: caro, muy caro y muy muy caro.  Obviamente me fui por el primero y que bueno porque fueron 4 botellitas...  La mesera nos recomendó que si queríamos la experiencia completa pidiéramos el omakase, que es el menú fijo que arma el chef ejecutivo del restaurante.  Como ya estábamos entonadones se nos hizo simpático pedir el de 8 tiempos. 

Sería muy largo hablar de todos los platillos, así que sólo voy a poner los que me llamaron más la atención.  Lo primero que nos trajeron fue una tablita que estaba dividida en tres secciones.  La de la izquierda traía puré de atún toro, la de la derecha puré de hamachi y en la del centro habían varios condimentos para mezclarlos con los purés, crema ácida, arroz inflado y pasta de alga nori.  El atún estaba delicioso y la presentación era inmejorable, por lo demás, nada del otro mundo.  Otro de los platillos fue un tipo flan de foie con pechuga de pato rostizada en el centro.  Estaba delicioso, definitivamente fue lo que más me gustó.  El plato más sustancioso traía res, camarón gigante y cerdo.  El camarón venía en un curry muy ligero y ya pelado.  El pedazo de carne era wagyu, que como saben, es una raza de reses originaria de Kobe en Japon, y sólo venía a la plancha.  Súper suave sin llegar a ser demasiado grasosa.  Muy buena.  La chuleta de cerdo también venía poco condimientada y traía una salsa semidulce que me recordó un poco al sabor de las ciruelas, pero nunca lo logré descifrar bien a bien de qué era.  De los postres no me acuerdo para nada, así que yo creo que no fueron nada espectaculares.  Eso o que el sake estaba muy rico.  Lo dejo a su elección.

La verdad no había mucho ambiente y eso que era viernes por la noche.  Creo que este lugar aplica para llevar a comer a tu jefe que vino de Estados Unidos o si tienes algún date con una de esas chicas que les encanta que les gasten, jajajaja.  Si van, no pidan el menú fijo o pidan el más barato de los tres que hay.  Sinceramente no considero que valga tanto la pena.  Si tienen ganas de ir, no creo que sea necesario hacer reservación, como les dije, hay poca gente.  Eso sí, vayan preparados para un buen sablazo.

Dato curioso:  La esposa de la Chiquita González está súuuuper exótica y le saca como una cabeza de altura.  Estaba en el booth de junto.

Mejor forma de llegar:  Está en el Camino Real de Mariano Escobedo, así que no hay mucho problema.  Lo que sí, el estacionamiento está carito. 

Costo:  Bastante caro, aunque creo que si piden a la carta y se la llevan tranquilo con el sake, el costo seguramente baja considerablemente.  Yo diría que en promedio sale como $1,000 por persona.

Morimoto
Mariano Escobedo 700.  Dentro del Camino Real de Polanco
Colonia Polanco
D.F.
5263 88 88
Website: www.morimotomexicocity.com
Twitter: @morimotomexico1

3 comentarios:

  1. Pues si me antojaste el menú fijo... no podría ir y no pedirlo!! buena reseña!! me gusta!

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  2. Pues igual es buena idea pedir uno de los menús que no tiene trae tantos platillos, mija.

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  3. clap clap clap!!! qué buenas reseñas, además muy divertidas. Ya quiero leer la siguiente.

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