jueves, 6 de diciembre de 2012

RESTAURANTE CÁNTAROS

Llevo tres días de juntas en Mexicali y he hablado en total 15 minutos.  El resto ha sido quedarse callado y hacer gestos de "por supuesto".  Finalmente la reuniones terminaron y el cliente quedó en llevarnos a comer a un lugar que, para variar, no fuera chino.  Ya saben que de tanto oriental que hay por allá (no.  no me mordí la lengua) dicen que la comida típica es la cantonesa.

Para seguir con los cambios, el local no está en Juárez -que es la avenida con más movimiento- ni sus alrededores.  De hecho, está en una avenida poco transitada y en una zona más bien residencial.  Por fuera se parece mucho al patio de la casa de esa amiga de tu mamá que decidió decorarlo mexicano y puso varias fuentes de cantera, artesanías de barro y muuuuuuchos soles sonrientes de diferentes tamaños.  Por dentro es lo mismo sólo que con mesas tipo merendero y un par de pantallas con Laura de América.

Para mi beneplácito, las ganas que no le echaron a la decorada las invirtieron en la comida.  Todos los platillos eran tamaño texano y sabían muy bien.  Lo cual se agradece de sobremanera.  Yo pedí un bistec ranchero.  Justo como te lo imaginas; jugosón, en un caldillo de tomate bien sazonado, pedazos de cebolla, pimiento y chile, arroz a la mexicana y frijoles rancheros.  Afortunadamente para mí los otros comensales no tienen los mismos traumas y así tuve la oportunidad de probar de lo que ellos pidieron.  Puntas a la albañil y filete cabrerías.  Las puntas no eran más que un alambre de bistec muy bien hecho y que con las tortillas acabadas de hacer tamaño hot cake hacían un excelente combo.  El filete, que como como seguramente saben es un corte originario de Sonora, estaba en su punto.  Me choca cuando lo pides término medio y te lo traen muy crudo o muy cocido.  Para terminar le pegamos a la jericaya, una especie de flan/crema catalana, que también estaba muy buena y que, a juzgar por las florituras que le echó el mesero, la hizo su mamá.

Lo único que puedo decir es que si "los caminos de la vida" los llevan a Mexicali y no quieren, no les gusta o ya están hartos de la comida china y japonesa, este restaurante es una súper opción.  Aparte, desde la cajera hasta los meseros son súper amables y como ya les platiqué hacen muy buenas recomendaciones.  La relación precio, calidad y cantidad es muy muy buena.

Dato curioso:  Aun en este restaurante puedes pedir pollo mandarín.  

Mejor forma de llegar:  Si no es invierno no le juegues al valiente, el calor allá es horrendo, agarra un taxi.


Costo:  Comimos 5 por $1,500 ya con propina.  Creo que está excelente.


Filete Cabrerías
Restaurante Cántaros
Paseo San Marcos 325
Colonia Jardínes de San Marcos
Mexicali, B.C.
686 557 74 52





miércoles, 24 de octubre de 2012

QUINTONIL

Viernes 2:30 p.m. y el estrés que normalmente invade todo mi boteresco cuerpo cuando no tengo plan para comer, comenzaba.  Afortunadamente ya hace algún tiempo teníamos ganas de visitar el Quintonil y mi idea de lanzarnos le pareció bien a Sánchez e incluso logramos que se unieran Rocky y la Wera.


Como trabajo por el rumbo y ya había pasado por ahí un par de veces, no tuve problema en encontrar el lugar.  Cuestión que si vas en coche y es tu primera vez se puede complicar.  El tamaño de la entrada da la sensación que el restaurante va a ser demasiado pequeño, sin embargo una vez que entras, te das cuenta que tiene un tamaño más que adecuado.  Ya adentro, me pareció que el piso y las mesas de madera hacen muy buen contraste con el color de las paredes y que todo el restaurante está muy arregladito.  Como todavía no era muy tarde, pudimos escoger terraza.  Que en realidad no es más que un patio bien ambientado con las paredes pintadas de blanco y unas mesas muy padres de lo que yo creo era mármol.

Una vez instalados y platicar de qué teníamos ganas cada uno, decidimos pedir la "comida corrida" que es su versión de menú degustación.  Claro que antes tuvimos que convencer al mesero que queríamos que nos cambiara la ensalada de quelites por el arroz con huevo.  Con esos platillos, muy en la onda del Pujol, cualquiera pensaría que estábamos comiendo en la cocina económica de la Condesa donde comía con el Invete cuando era pasante...

Como otras veces, sólo voy a hablar de lo que me acuerdo que nos dieron.  Después de todo, si no me acuerdo, creo que no vale la pena contárselos.  Lo primero que nos dieron fue el arroz verde con huevo.  Sin duda fue un súper acierto pedirlo en lugar de la ensalada.  El huevo venía escalfado -o pochado como le dicen algunos- perfectamente y al romper la yema se suavizaba el leve "picor" de la salsa de chile poblano del arroz.  No lo dejen de pedir.  Como segundo plato nos dieron una sopa de maíz y frijol.  No sé si la vara quedó demasiado alta con el primer tiempo o de plano no traía nada.  Luego le entramos a la lengua de res wagyu en mole negro oaxaqueño.  Sinceramente no creo que haya mucha diferencia con la lengua de cualquier vaquita contenta.  Lo que sí sé es que el mole era de primer nivel.  Por supuesto dejé casi limpio el plato con la ayuda de una canasta completa de pan.  De postre nos dieron higos cristalizados con helado de queso cotija y gelatina de miel.  La idea del helado se me hizo muy cotorra y con los higos el sabor dulce/salado quedaba muy bien. Me recordaron un poco a los que sirven con queso de cabra en el Odeón.

Definitivamente este es un muy buen lugar para llevar al amigo que quieres impresionar sin tener que ir a los restaurantes que, además de mucho más caros, ya están muy vistos y aunque no los conozca va a decir que ya fue.  Además, los meseros están muy bien entrenados y son ceros payasos.  Me orientaron muy bien a la hora de pedir algo de tomar sin que fuera lo más caro.

Dato curioso:  Sólo manejan marcas de cerveza artesanal.  Yo me eché una Tempus obscura muy buena.

Mejor forma de llegar:  Tienen valet parking, pero si estás en la zona, caminar o ecobici son las mejores opciones.

Costo:  Por la comida, 2 cervezas, una botella de vino entre los cuatros y la propina, pagamos $1,000 cada uno.



Higos Cristalizados
Quintonil
Newton 55
Colonia Polanco
D.F.
5280 26 80 / / 5280 16 60 / / 5280 02 54

Website:  http://www.quintonil.com/
Twitter:  @rest_quintonil
Facebook:  http://www.facebook.com/pages/QUINTONIL/179230338826928

martes, 9 de octubre de 2012

CASA TIXTLA

Hace un par de días, y luego de haber sido objeto de diversos engaños y plantones por parte de Brat, finalmente se armó el plan para ir a comer el ya muy platicado, recomendado y esperado pozole verde guerrerense de Casa Tixtla.

Casualmente, la zona por la que está el restaurante es la misma del Chamula's Bar, que como ustedes recordarán se especializa en comida chiapaneca.  Así, todo pareciera indicar que Bolívar y las callecitas perpendiculares a ésta son un paraíso de delicadeces culinarias.  El lugar es el típico merendero, cenaduría o restaurante de comida corrida al que todos alguna vez hemos entrado, con sillas tubulares y mesas imitación madera.  Lo que uno no puede dejar de ver son las claras referencias a Guerrero en la pared.  Por donde yo estaba hay un mapa gigantesco del Estado y una máscara de jaguar que seguro han visto en algún museo.

A la hora de pedir, nos fuimos directamente por el pozole verde, que según entiendo toma este color por la pasta de pepita de calabaza o pipián que le echan en la preparación.  Este punto es muy importante, ya que si como yo, quieres la experiencia completa hay que pedirlo con carne de cerdo surtida, es decir cabeza, cuerito y maciza. ¡Al diablo el colesterol, los triglicéridos y los comerciales del IMSS sobre obesidad!  Brat, como todo un conocedor de la tradición pozolera de su estado, también pidió queso, chicharrón y aguacate.  Unos minutos más tarde el mesero hizo su aparición con los platos.  Tomen en cuenta que están muy bien servidos y vienen en 3 tamaños.  Yo pedí el mediano.  Antes de empezar a comer hubo que ponerle, mucho chile de árbol, orégano, queso y chicharrón desmenuzado.  La primer cucharada supo a gloria.  Todos los sabores quedaban perfecto.  El sabor "nuezoso" del caldo, el ácido del queso, lo dulzón del aguacate, el picante del chile de árbol... Simplemente muy bueno.  Lo que sí es que es bastante pesado, por lo que no lo recomendaría para comer un martes si no quieres desfallecer sobre tu teclado.

Los meseros, tal como es normal en este tipo de restaurantes, muy amables y veloces, por lo que nunca tienes que esperar demasiado después de pedir algo.  Me parece que este lugar es el plan perfecto para un domingo en el que sólo quieras regresar a tu casa después de comer y dormir tooooooooooodo el día.

Dato curioso:  Si te empiezan a ganar las cervecitas y de repente te pones muy festivo, hay un señor que canta y que por la módica cantidad de $20 te presta el micrófono para que hagas el ridículo agusto.  Si no te sabes la letra completa, no te preocupes, el apuntador viene incluido en la tarifa.

Mejor forma de llegar:  Si no eres muy habilidoso en el tema del transporte público, mejor toma coche.  Hay valet parking y lo guardan en en un estacionamiento que esta justo enfrente.  Ahora, si eres más aventurado, el metro Lázaro Cárdenas está a solo unos metros.

Costo:  Por la comida, 2 cervezas, 2 cubas y la propina, pagamos $231 cada uno.  No aceptan AMEX.


Pozole Verde
Casa Tixtla
Juan Hernández 36
Colonia Algarin
D.F.
5538 81 20

jueves, 20 de septiembre de 2012

BELMONDO

A pesar de las previsibles consecuencias de las fiestas patrias, las ganas del Invete de desayunar algo "que abrazara el estómago" nos alejó de las tortas ahogadas del Pialadero de Guadalajara y me hizo sugerir el Belmondo, del cual había escuchado muy buenas cosas. 

Una vez en la Roma y después de dar unas cuantas vueltas para encontrarlo dada la maravilla de servicio de internet para celulares de la que gozamos en el país, llegamos.  La única decoración que recuerdo son unos como páneles de bejuco tejido (como el de las sillas) que están en las ventanas.  Se ven muy simpaticones.  Por lo demás, los muebles son bastante simples pero bien escogidos y sólo salta a la vista una barra bien surtida. 

Aun cuando llegamos alrededor de la 1 de la tarde el mesero todavía nos dio la carta de desayunos.  Tal vez influyó la cara de trasnochados que traíamos los tres...  Monroy y yo pedimos un croque madame y el Invete pidió un bisquet con huevo, tocino y queso.  Como seguramente saben, el croque madame no es más que un sandwich de queso con jamón, bañado con salsa bechamel y coronado con un huevo estrellado.  En este caso, el jamón era selva negra, que por cierto estaba muy bueno, y el queso era gruyer.  El toque especial del platillo era un aceite de chile embarrado en el plato.  De cualquier manera fue necesario el uso de salsa tabasco y pimienta.  A leguas se notaba que los ingredientes del sandwich eran de primera calidad, pero creo que estaba un poquito seco; igual lo devoramos.  Del bisquet, lo único que les puedo decir dado que no lo probé, es que se veía como el primo millonario y guapo del mcmuffin.  La diferencia de tamaños de los dos platillos es para tomarse en cuenta.  Mientras que el bisquet era más bien chico, el de nosotros era bastante grande.  Como nos quedó un huequito, de postre pedimos un pan francés para compartir.  Fue mi platillo favorito.  Dos rebanadas del mismo pan gigantesco del croque, súper doradas por fuera, suaves por dentro, espolvoreadas con canela y azúcar morena y encima miel de piloncillo.  Por supuesto no podía faltarle el adornito de frambuesas y moras azules.  Muy muy recomendable.  Por cierto, de tomar pedí un agua de fresa con guayaba muy rica.

La verdad el lugar está agusto para desayunar.  Hay de todo.  Desde familias completas hasta gente en pants que viene de pasear al perro.  La hostess y los meseros, todos hipsterosamente ataviados, son muy serviciales y amables.  Algo que vale la pena resaltar y que todos los restaurantes deberían de hacer es que en cuanto llegamos nos pusieron en la mesa una jarra de agua.  Se me hizo buen detalle.  Sin duda me quedaron ganas de regresar para la comida.

Dato curioso:  Si estás muy golpeado por la fiesta de la noche anterior, los domingos puedes pedir tacos de barbacoa.  A juzgar por todos los que sirvieron mientras estuvimos ahí, supongo que están muy buenos.  No están en la carta.

Mejor forma de llegar:  Como era domingo 16 de septiembre, nos fue muy fácil estacionarnos.  Tal vez en otro horario haya que batallar para encontrar lugar.

Costo:  Ya con propina cada uno pagamos $155.  Como muchos lugares en la Roma, no aceptan AMEX.

Belmondo
Tabasco 109
Colonia Roma
D.F.
6273 20 79

viernes, 7 de septiembre de 2012

PRIME ITALIAN

El período vacacional veraniego, aunado a una amable invitación de Ronasiano y su familia me llevaron este agosto a Miami.  Primero estuvimos un par de días en Aventura en donde tuve que sufrir de cosas tales como perderme en un centro comercial enorme o estar por casi dos horas en Bed, Bath and Beyond...  Afortunadamente después nos fuimos para Miami Beach.

Tomando en cuenta mi alma (y cuerpo) de gordo, era de esperarse que tuviera ganas de ir a cenar rico y da la casualidad que 3 personas diferentes me recomendaron ir al Prime 112, por lo que decidimos ir ahí.  Como consecuencia de nuestro atasque a la hora de la comida en un deli y después de unos varios long island teas en la alberca, decidimos hacer la reserva para nosotros 2 y una pareja de amigos a las 11 de la noche.  Horario más que adecuado para que cualquier lugar, por más popular que sea (al parecer la popularidad en Miami se mide por qué tan caros son los coches al frente del mismo), ya esté más desocupado.  Tremenda sorpresa nos llevamos cuando llegamos y estaba más lleno que el Califa de Alfonso Reyes un jueves en la madrugada.  Cuando nos acercamos con la hostess nos dio 2 opciones: esperar más de una hora aun con reserva o cruzarnos al restaurante de enfrente, que es del mismo grupo.  Sin duda tomamos la decisión más adecuada.  Nos fuimos al Prime Italian.

El restaurante está dividido en un salón principal y la zona del bar.  Por lo demás, lo único que resaltaba era la cocina abierta y unas sillas rojas de piel muy cotorronas.  La verdad nada que ver lo flashy de los coches con la decoración.

Lo primero que nos trajeron fue un pan con una costra de parmesano y aceite de oliva que estaba delicioso.  Supongo que lo hacían ahí mismo por lo fresco que estaba y el horno que se alcanzaba a ver en la cocina.  Después pedimos al centro una tártara de atún con aguacate y una albóndiga gigante de kobe con ricotta de bufalo.  El atún estaba fresco y combinaba muy bien con el sabor dulzón del aguacate.  La albóndiga también estaba riquísima, la salsa de tomate en la que venía le daba toque final.  Inesperadamente, lo que se llevó la noche fue el bisqué de langosta que pidió un amigo.  Mismo que fue ejecutado por los 4 sin necesidad de cucharas y sólo usando el pan que les platico como herramienta.  No nos vimos muy elegantes que digamos, pero sabía a gloria.  De platillos fuertes pedimos 2 rib eyes, 1 new york strip y un risotto de langosta con espárragos.  Todos muy buenos, pero nada como la albóndiga, el bisqué y el pan.

Me parece que el Prime Italian tiene lo mejor de dos mundos, todos los cortes que han hecho tan famoso a su restaurante hermano y especialidades italianas que valen muchísimo la pena.  Una muy buena opción en caso que no quieran darle muy duro a la fiesta o que quieran traer algo en el estómago para el coraje de la cuenta en el antro.  Eso sí, está muy bueno para echarse un buen taco de ojo con la concurrencia.

Dato curioso:  El que programa la música ambiental piensa que está en una película de raperos mafiosos...

Mejor forma de llegar:  Dependiendo qué tanto calor haga, puede ser buena opción caminar.

Costo:  Como todo en Miami, caro.  Aparte de la comida echamos 2 botellas de vino y café y fueron $600 dólares ya con propina por 4 personas.

Prime Italian
101 Ocean Drive
Miami Beach, FL
305 695 84 84
Website:  http://www.mylesrestaurantgroup.com/

miércoles, 22 de agosto de 2012

CHAMULA'S BAR

Después de haber acompañado la obtención del oro olímpico contra Brasil con varias mimosas, lo único que queríamos era un restaurante en donde pudiéramos seguir con el ambiente festivo que ya manejábamos.  Así, siguiendo la recomendación del Flaco -hijo pródigo de Chiapas-, nos dirigimos al que según él, es el único restaurante de auténtica comida chiapaneca en el D.F.

Una vez sorteados ciclotones, maratones, obras públicas, calles cerradas y demás vicisitudes que adornan esta bella ciudad en sábado, por fin llegamos a nuestro destino.  El lugar, como se podría esperar por su ubicación, no es nada fancy.  De hecho, por fuera es como cualquier cantina mexicana y lo decoran sólo algunas artesanías -mi favorita fue el sombrero chamula, misma que en algún momento quise llevarme de recuerdo- en las paredes y un par de pantallas.  Lo que sí llama la atención inmediatamente es que en el centro del restaurante hay un espacio grande y que en una esquina hay algunos instrumentos musicales.

Afortunadamente para nosotros, cuando llegamos, unos amigos ya nos estaban esperando en una mesa grande junto al "espacio vacío" con algo de comida.  Lo primero que me dieron fue camaroncitos pacotilla secos rehidratados con limón y jitomate y cebolla picados.  Sin duda una botana que hay que adoptar.  Se los echas a una tostada con salsa y son una delicia.  También le entramos a los tacos de frijoles negros refritos con chile seco de Simojovel y queso de Chiapas.  La combinación de la grasa de los frijoles, el picante del chile y el ácido del queso quedaba perfecto y sabía buenísimo.  De plato fuerte pidieron una parrillada.  Traía tamales, cecina, tasajo y cochito.  El cochito, que es carne de puerco en adobo de chile pasilla al horno, también muy rico.  Para darles una idea, sabe un poco a cochinita pibil.  El resto, bueno a secas.

Esta vez, las tres bebidas que probé merecen comentario aparte.  Empecé con tascalate, que esta hecho a base de maíz, cacao, achiote, piñones y canela. Se me hace que queda perfecto para desayunar tipo con unas quesadillas.  Me encantó.  Luego vino la estrella del día, el pumpo.  Lo único que tengo que decirles es que cualquier bebida que cada que la van a llevar a tu mesa la anuncian con campana, refresca tanto como agua de piña y hace que te pares a bailar en un restaurante a las 5 p.m., sin duda merece una oportunidad.  Eso sí, cuidado con la cruda, es de dimensiones faraónicas.  Para acabar con toda coherencia, nos dieron licor Comiteco.  Lo único que alcancé a investigar antes de tomármelo y regresar a bailar a la pista Caballo Viejo con un palo de lluvia es que es un fermentado de maguey...

Como se podrán imaginar por lo que cuento, el "espacio vacío" funge como pista de baile cuando el grupo empieza a tocar a media tarde.  Incluso en algún momento, tocan canciones típicas chiapanecas y los comensales, que al parecer en su mayoría son de allá, se prenden, bailan y aplauden.  Si no eres de los que les da miedo salir de lo típico y te gusta la comida mexicana y el buen ambiente, es una súper opción.  Te aseguro no te aburres.

Dato curioso:  Si vas con tu novia y es de las que van mucho al baño, sugiero que no tome mucha agua o que ubique el Vips más cercano...

Mejor forma de llegar:  A menos que seas un experto en transporte colectivo, recomiendo coche.  Tienen valet parking.  

Costo: Si no abusas del ¡pumpo!!! (imagínense al de la barra gritando y tocando la campana) ya con propina, unos $400.  No aceptan AMEX.

Chamula's Bar
Bolívar 438 esquina con Torquemada
Colonia Obrera
D.F.
5519 13 36 / / 5519 55 77

martes, 7 de agosto de 2012

MAXIMO

Después de múltiples recomendaciones de todo tipo de gente (muchos de ellos hipsterillos o aspirantes a hipsterillos) y echarme un "tirito" con varios de mis amigos gracias a la draconiana política de reservaciones, unos cuantos y su servidor nos encontramos alrededor de las 7:30 p.m. en el Maximo para cenar en honor al natalicio de Sánchez.

Cuando entras al local, mismo que está ubicado en una esquina, te das cuenta por qué es tan difícil conseguir una reservación, es muy muy chico.  Adentro no debe haber lugar para más de 20 personas, aunque afuera hay unas cuantas mesas que sumarán unos 10 lugares más.  La decoración es súper simple, de hecho, lo que domina es un candelabro y un alto relieve de lo que, según yo, es un árbol.  La cocina es abierta y se puede ver perfectamente lo movidos que andan los muchachos.

Como éramos más de 6 personas, nos avisaron que no era posible que pidiéramos a la carta y que el chef nos iba a mandar lo que él consideraba los mejores y más representativos platillos del menú en vigor.  Digo "en vigor" porque a decir de la maître, que también es la esposa del dueño y chef, cambian regularmente la carta según lo que su equipo encuentre en el mercado.

Así, después de echar unos mezcalitos para calmar el ansia del viernes por la tarde, empezó a llegar la comida.  Lo primero fue un dip de ajo, ceniza de berenjena, aceite de oliva y queso de cabra con su respectivo pan caliente.  Una delicia, aunque no sé si sea para todos.  El sabor a quemado sobresalía un poco más que los demás y me recordó a lo que saben los bombones quemados en fogata.  Luego vinieron dos platillos de mariscos, uno con camarones y otro con callo de hacha que no estaban especialmente buenos para mi gusto.  Afortunadamente, después nos trajeron unos espárragos con una salsa holandesa muy ligerita, queso y un huevo pochado y un pappardelle con mantequilla y parmesano.  Los dos estaban deliciosos, incluso nos preguntaron si queríamos repetir.  Obviamente así fue.  Hubo dos platos fuertes, un lechón con un poquito de salsa picante, puré de papá y unas muy simpáticas minicoliflores negras que quién sabe de dónde sacaron y pulpo a las brasas en paprika picante.  El lechón estaba como me gusta, piel doradita a punto de chicharrón y la salsa picante combinaba muy bien con la grasita.  El pulpo también estaba muy bueno y la salsa de paprika era digna de unos tres o cuatro pedazos de pan para limpiar el plato a la más pura usanza de las buenas fondas.  Para terminar, y a punto que nos diera una indigestión de tanta comida, trajeron un crumble de ruibarbo, que ese día me enteré es una planta parecida al apio, y un crème brûlée de vainilla.  La verdad, ninguno de los dos tenía nada que hacer con el pulpo o el pappardelle.  De hecho el crumble sabía muchísimo al ponche navideño recalentado, muy ácido.

Si un día quieren quedar bien con alguien de buen diente, es sin duda una muy buena opción.  Los meseros son súper aliviandos y en ningún momento te hacen sentir incómodo como en algunos lugares de comida "sofisticada".  En la nochecita, después de que los comensales le empiezan a pegar a los destilados, el ambiente se pone cotorrón.  Sinceramente me hubiera encantado que la comida estuviera mala para poder decirles a toooodos los que me lo recomendaron que exageraban y que el desastre que fue conseguir una reservación para un viernes en la noche no valía la pena, no fue así.  Vayan y compruébenlo.  Eso sí, reserven.  Una amiga llegó como a las 10:30 p.m. y aun así no consiguió una mesa para dos...

Dato curioso:  El baño está prácticamente en la cocina, lo cual me pareció demasiado raro.

Mejor forma de llegar:  Dado que no tienen valet parking, lo mejor es buscar lugar sobre Tonalá.  Normalmente siempre hay.  

Costo:  Ya con propina, alrededor de los $400, lo cual, considerando la calidad de la comida, está muy bien.  Siguiendo la cadena de pequeños obstáculos, obvio no aceptan AMEX.

Maximo
Tonalá 133
Colonia Roma
D.F.
5264 42 91
Website: http://maximobistrot.com.mx/maximo/

martes, 24 de julio de 2012

CANTINETTA DEL BECCO

Sábado por la noche y la eterna búsqueda de la felicidad hizo que me moviera desde un bautizo en la hermana república de Satélite (que más bien estaba tomando proporciones de bacanal romana) hasta los alrededores de Santa Fe.  Total que la "amiga de una amiga" y yo terminamos en la Cantinetta del Becco, no sin antes experimentar un intento fallido de llegar al muy recomendado Quattro provocado por mi mala memoria y los restos etílicos del bautizo del joven Milo.

Primero nos sentamos en la sección de no fumar, pero al ver que los únicos comensales eramos nosotros, preferí pedir que nos cambiaran a la terraza.  La diferencia entre los dos lugares era enorme, mientras la parte cerrada del restaurante se sentía obscura, demasiado sobria y vacía, afuera el ambiente estaba con todo.  La terraza, sin lugar a dudas, es el mejor lugar del restaurante, aparte tiene una vista increíble a un parquesito muy buen puesto que está detrás del centro comercial.

Cuando estábamos decidiendo qué ordenar se nos apareció el sommelier armado con un iPad para ofrecernos vino.  La carta de vinos es muy extensa y tienen etiquetas de muy buen nivel.  Como podrán imaginarse, el down side de esto es el precio.  Una vez que le apliqué manita de puerco al mesero para que me recomendara algo bueno, bonito y barato, nos dispusimos a ordenar.  Justo cuando íbamos a pedir llegó el que parecía ser el chef y después de preguntarnos qué nos gustaba y qué no, nos recomendó lo que a su parecer iba mejor con nuestro ánimo.  El resultado fue un carpaccio de atún toro de entrada, risotto de mariscos para ella y tagliatelle con setas para mí. 

El atún estaba delicioso, sólo venía con un poco de aceite sobre las piezas y algo de sal de grano.  El risotto de mariscos tenía camarón, calamar y langosta.  Aun cuando no me gusta demasiado la combinación de queso con mariscos, estaba muy rico.  Pero lo que de verdad se llevó la noche fue mi pasta.  A decir del chef, las setas las había escogido personalmente ese mismo día por la mañana en el mercado de San Juan.  Eran sólo 4 ingredientes: pasta, setas, aceite de oliva y un poco de parmesano.  Riquísimo.  Al final no aguantamos la tentación y pedimos un tiramisú.  Bueno, pero nada que te quite el sueño.

Como les decía, en la terraza el ambiente estaba muy bueno, de hecho había muchas mesas que sin ser adivino tenías la seguridad que llevaban ya un buen rato en la sobremesa a juzgar por el volumen de las risas tipo cantina y la cantidad de vasos y manchas en el mantel...  Según yo, este restaurante se presta perfecto para un date.  Lo que sí hay que tomar en cuenta es que a partir de las 10 de la noche le suben a la música, cuestión que puede frustrar el romanticismo de algunos.  Yo recomendaría que si quieren lugar en la terraza para la cena en jueves, viernes o sábado, reserven.  Finalmente, les puedo decir que que el servicio es muy atento y servicial.

Dato curioso:  No sé si fue un poco de cruda o simplemente tuve que haber pedido otra entrada, pero cuando iba para mi casa me paré en unos tacos que siempre había querido y me regalé 6 campechanos con salsa roja y un Boing de guayaba.  Sin duda curioso...

Mejor forma de llegar:  Está en el centro comercial del Westin de Santa Fe, así que como todo en Santa Fe, hay que llegar en coche.  Si son de los que cada que van al cajero sólo sacan $200 pesos como mi amigo Monroy y su servidor y no traen efectivo para el valet, hay un cajero en el hotel. 

Costo:  Caro.  Como siempre, el vino, los postres y los digestivos aumentan sustancialmente la cuenta.  Diría que el costo promedio por persona ya con propina está alrededor de los $700.

Cantinetta del Becco
Javier Barros Sierra 540.  Centro comercial Park Plaza.
Santa Fe
D.F.
5292 68 17 / / 5292 68 16
Website: www.cantinettadelbecco.com

domingo, 15 de julio de 2012

MORIMOTO

El resultado de mi férrea fuerza de voluntad para no tomar durante un mes derivó en que mi amigo Sánchez tuviera que invitarme a comer a donde quisiera, por lo que aprovechandome de la situación escogí el restaurante más nuevo del iron chef Morimoto.

Aun cuando la decoración estuvo a cargo del súper famoso Thomas Schoos (ustedes lo recordarán por el diseño del TAO en NY y The Wilshire en L.A., ambos súper ricos), yo no le entendí en lo absoluto y la verdad no me gustó.  A nosotros nos sentaron en un booth amarillo friégame la pupila de los que están cerca de la puerta.  También me pareció que había demasiado espacio entre las mesas y como el lugar estaba como al 50% se sentía muy vacío.

Bajo la premisa de "el que paga manda", dejé que mi amigo tomara las riendas de la orden y yo sólo escogí el sake, que dicho sea de paso, había tres: caro, muy caro y muy muy caro.  Obviamente me fui por el primero y que bueno porque fueron 4 botellitas...  La mesera nos recomendó que si queríamos la experiencia completa pidiéramos el omakase, que es el menú fijo que arma el chef ejecutivo del restaurante.  Como ya estábamos entonadones se nos hizo simpático pedir el de 8 tiempos. 

Sería muy largo hablar de todos los platillos, así que sólo voy a poner los que me llamaron más la atención.  Lo primero que nos trajeron fue una tablita que estaba dividida en tres secciones.  La de la izquierda traía puré de atún toro, la de la derecha puré de hamachi y en la del centro habían varios condimentos para mezclarlos con los purés, crema ácida, arroz inflado y pasta de alga nori.  El atún estaba delicioso y la presentación era inmejorable, por lo demás, nada del otro mundo.  Otro de los platillos fue un tipo flan de foie con pechuga de pato rostizada en el centro.  Estaba delicioso, definitivamente fue lo que más me gustó.  El plato más sustancioso traía res, camarón gigante y cerdo.  El camarón venía en un curry muy ligero y ya pelado.  El pedazo de carne era wagyu, que como saben, es una raza de reses originaria de Kobe en Japon, y sólo venía a la plancha.  Súper suave sin llegar a ser demasiado grasosa.  Muy buena.  La chuleta de cerdo también venía poco condimientada y traía una salsa semidulce que me recordó un poco al sabor de las ciruelas, pero nunca lo logré descifrar bien a bien de qué era.  De los postres no me acuerdo para nada, así que yo creo que no fueron nada espectaculares.  Eso o que el sake estaba muy rico.  Lo dejo a su elección.

La verdad no había mucho ambiente y eso que era viernes por la noche.  Creo que este lugar aplica para llevar a comer a tu jefe que vino de Estados Unidos o si tienes algún date con una de esas chicas que les encanta que les gasten, jajajaja.  Si van, no pidan el menú fijo o pidan el más barato de los tres que hay.  Sinceramente no considero que valga tanto la pena.  Si tienen ganas de ir, no creo que sea necesario hacer reservación, como les dije, hay poca gente.  Eso sí, vayan preparados para un buen sablazo.

Dato curioso:  La esposa de la Chiquita González está súuuuper exótica y le saca como una cabeza de altura.  Estaba en el booth de junto.

Mejor forma de llegar:  Está en el Camino Real de Mariano Escobedo, así que no hay mucho problema.  Lo que sí, el estacionamiento está carito. 

Costo:  Bastante caro, aunque creo que si piden a la carta y se la llevan tranquilo con el sake, el costo seguramente baja considerablemente.  Yo diría que en promedio sale como $1,000 por persona.

Morimoto
Mariano Escobedo 700.  Dentro del Camino Real de Polanco
Colonia Polanco
D.F.
5263 88 88
Website: www.morimotomexicocity.com
Twitter: @morimotomexico1

miércoles, 4 de julio de 2012

PORFIRIO'S

Hace un par de semanas quedé de comer con unos amigos de la universidad y se nos antojó algo nuevo.  Después de consultarlo con Sánchez, mi fiel compañero en asuntos del estómago, decidimos ir al Porfirio's.  De hecho el lugar nos había llamado la atención unos cuantos días antes al darnos cuenta que por fin había abierto algo en el fallido, caro y hoy extinto Terrasse Renault de Masaryk.

Ya en el restaurante lo que más me gustó del salón principal fue la cocina abierta.  Desde el Olivier de Torcuato Tasso me gustan mucho.  Como que da confianza ver qué es lo que están haciendo adentro.  Por cierto, tienen unas lámparas como de serpentina roja que más bien me recordaron a la Chilanguita/Los Remedios/Papa Bill's.  Seguro son lo último de lo último, pero a mí no me gustaron nada.  La mesa que nos dieron era una especie de periquera para 8 personas con sillas tipo butaca muy altas que, como quedaba pegada a la ventada que da a la calle, tenía muy buena vista de todo el restaurante.  Vale decir que para ser un restaurante más o menos nuevo tenía bastante gente.

Al ver la carta nos topamos con un menú que últimamente es común en muchos restaurantes.  Platillos que todos nosotros podríamos comer en nuestra casa, tipo albóndigas, puntas al chipotle o esquites, a los que intentan darles un giro gourmet; por supuesto con su correspondiente aumento de precio.  Yo pedí una sopa manolo y un new york steak.  La sopa en realidad era una crema de frijol con fideos.  Te la traen acompañada de aguacate, crema y queso fresco en una como olla de metal bastante padre.  Lo único que puedo decir es que es tanta que si no tienen mucha hambre la pueden compartir.  Por lo demás, tanto la sopa como la carne, nada del otro mundo.  Salvo por el grosor de la carne, una vez más me sentí en las pseudo cantinas de ambiente oficinista que mencioné arriba.  Otros de los que iban con nosotros pidieron torta de lechón y arrachera.  Probé los dos y otra vez, nada inolvidable, aunque por los precios uno podría esperar más.  Según el mesero, que por cierto era bastante movidito, la especialidad de la casa es el cabrito al horno.  Habrá que pedirlo para la siguiente a ver si es cierto...

El ambiente me recordó muchísimo al Harry's (después de todo son del mismo grupo) y a la 20.  Muchos hombres en sus 40s y 50s acompañados de "señoritas" notablemente más jóvenes y de muy buen ver.  Combinación ganadora para cualquier restaurante.  Cartera + atractivo visual.  Si lo que quieres es a echar una comida un jueves o viernes y matar la tarde al son de unas cubitas, el lugar queda como anillo al dedo.  Incluso tiene una terraza que va muy bien si hay muchos fumadores en el grupo.  Ahora, si lo que quieren es comerse una buena crema conde y unas puntas de filete a la albañil picantitas, tal vez sea el momento de empezar a buscar una cocina económica de confianza cerca de su trabajo o de plano lanzarse a la Surtidora, donde la comida tiene mejor sazón y está más barata.  Lo que sí, les recomiendo hagan reservación si tienen ganas de ir. Al parecer está muy de moda y se llena.

Dato curioso:  Cuando te traen los menús también te traen un caja muy simpática como de tés.  ¿Me creerían si les digo que la cajita está llena de lentes para vista cansada?  Creo que esto nos da una idea del target del lugar, ¿no?  Jajajaja...

Mejor forma de llegar:  Coche y caminando.  Tienen una bahía para recibir los coches. Así que nadie te va a ver feo por estar estorbando.

Costo:  Si te tomas una chela y una cuba además de tu comida, aproximadamente $600 por persona ya con propina.

Porfirio's
Presidente Masaryk 214
Colonia Polanco
D.F.
5280 86 02 // 5280 85 32 // 5280 14 94
Website:  www.porfirios.com.mx

jueves, 21 de junio de 2012

MCCORMICK & SCHMICK'S

Resulta que mis deberes de hijo de familia me llevaron a Houston el fin de semana pasado y dado que el domingo era el "día del padre" y que a mi idem le gusta mucho la comida del mar, aprovechamos para ir al McCormick & Schmick´s que está por la Galleria.

Aun cuando uno hubiera pensado que iba a estar a reventar, los extraños horarios para comer en EU nos ayudaron y no había prácticamente nadie, así que pude escoger un lugar de donde se alcanzaba a ver cómodamente la eurocopa.  La decoración es lo que uno espera en este tipo de restaurantes de cadena gringa, algo así como si a tu tía le dieran carta abierta para decorar su comedor en la Casa de las Lomas, mucho verde, vino, y madera.  El mesero que nos tocó era súper amable, un morenazo que parecía jugador de los Steelers.

A la hora de pedir, me fui por un gumbo de mariscos (previendo el tamaño de las porciones en EU y sobre todo en Texas, pedí sólo la taza) y un atún aleta amarilla a la plancha.  Para los que no conozcan el gumbo, les digo que hay que probarlo.  Es una sopa bastante sustanciosa muy común en el área de Louisiana, sobre todo en los meses de invierno.  Aquí la servían con arroz, camarones, langostinos, unas tipo salchichitas muy condimentadas, tocino y por supuesto el caldo súper espeso que me recordó un poco al de las lentejas que hace mi mamá.  El toque final fue una buena cantidad de salsa Tabasco, que según yo, en algunos platillos queda muy bien.  Quedó bastante buena.  El atún, a diferencia de como lo sirven en algunos restaurantes, venía en rebanadas tipo sushi con una costrita de pimienta de cayena y paprika que hacía muy buen contraste con el sabor crudo del pescado.  La guarnición era una ensalada de pepino, algas y zanahoria con vinagre de arroz.  Todo estaba súper fresco y definitivamente lo recomiendo.  Según nuestro amable mesero era pesca de la noche anterior, who knows...

Mi mamá se fue por el menú completo de langosta.  Bisque y de segundo plato unos ravioles de lo mismo.  La sopa estaba rica, pero creo que era demasiado para el calor hacía, y eso que el gumbo me había encantado.  Los ravioles estaban bastante equis, así que para el precio creo que no conviene tanto pedirlos.  Cabe aclarar que no soy muy fan de la langosta.  La verdad, salvo que esté muy bien preparada, la mayoría de las veces me parece que incluso tiene menos sabor que un buen camarón.  Por cierto, dicen que los mejillones al vapor son una maravilla.  Lástima que el estómago no dió para más.

Creo que este tipo de restaurantes aplican bastante bien para la comida familiar.  Hay todo tipo de platillos -de hecho tienen buenos cortes de carne- y en general están ricos y bastante bien servidos. 

Dato curioso:  Mi papá pidió de tomar un "Arnold Palmer".  Es mitad limonada mitad té helado.  Muy recomendable para días calurosos.

Mejor forma de llegar:  En Houston no hay más que el coche.  Todo está lejísimos y con el calor es imposible caminar.

Costo: Aproximadamente $50 dólares por persona ya con propina.  A nosotros nos hicieron 15% de descuento con una tarjeta que sirve para todos los restaurantes de grupo Landry's.  Por lo menos sale la propina.

McCormick & Schmick's
791 Town & Country Blvd.
Houston, TX
713 465 3685
Website:  www.mccormickandschmicks.com
Twitter:  @mcandschmicks

domingo, 10 de junio de 2012

TAQUERÍA EL JAROCHO

El DF tiene mil lugares que vale la pena visitar y para los que tenemos buen diente sería ridículo ir sólo a una zona de la ciudad o a los restaurantes "buenos".  Pues resulta que el domingo pasado por azares del destino (y por un bautizo que parecía el del niño Dios) amanecí en casa de un amigo con una cruda de miedo, pánico, y terror, por lo que a sugerencia del señor de la casa, él, Polloloco su esposa y yo nos dirigimos a la colonia Roma para echar unos tacos del Jarocho. 

La taquería es un local de dos pisos bien puesto con dos mesitas afuera, nada del otro mundo.  Lo realmente bueno llega a la hora ver el menú.  Hay una variedad gigante de cosas para pedir, desde tacos de huevo con salchicha (entiendo que a no todo mundo le pueden parecer tan sensuales como a mí), pasando por los tradicionales de chicharrón prensado, hasta caldito de pollo con menudencias. 

En vista de mi estado, yo me fui primero por un caldito de pollo con menudencias, arroz y mucha salsa y limón.  Sinceramente me devolvió la vida.  Luego pedí un taco campechano y el infaltable de cerdo en chile morita.  Hay varias versiones del taco campechano, muchas súper buenas.  Aquí es, bistec y chicharrón picado súuuuuuper finito.  Hay que tener mucho cuidado al masticar, porque aunque sí lo pican bien, a veces hay pedacitos duros y puedes perder un molar.  ¿Qué les puedo decir del de cerdo en chile morita?  Si se animan a ir, por favor no se lo pierdan.  Es delicioso.  Lo que sí, es muy picante, casi desintoxicante... Es muy probable que a la mitad del taco empiecen a moquear y a llorar cual magdalena, así que pueden a) comérselo muy rápido para que el enchilamiento los ataque ya que se lo terminaron y bajárselo con una agüita de limón con chía o b) pedir su taco favorito y sólo ponerle la salsa de morita. 

Sin duda es una gran opción para un dominguito después de la fiesta.  Los tacos de lengua en chipotle y los de barbacoa también están súper ricos.  El servicio en general es bueno y hay pantallas por si no se quieren perder el partido en turno.

Dato curioso: Hay un local de Las Memorables junto por si a su novia o amigo melindrosito no les gusta nada de la carta.

Mejor forma de llegar: Coche.  El valet es de la taquería y lo acomodan en esa misma calle.

Costo: $100 por persona ya con propina.  No aceptan AMEX.

Taquería El Jarocho
Manzanillo 48 casi esquina con Campeche
Colonia Roma
D.F.
5264 78 18
Website: www.taqueriaeljarocho.com
Twitter: @taqueriajarocho

viernes, 1 de junio de 2012

BUTCHER & SONS

Creo que hablar de un restaurante relativamente nuevo y que me gustó mucho queda muy bien para empezar este pequeño experimento.

Se llama Butcher & Sons y está en Polanquito.  El lugar tiene una variedad de hamburguesas bastante amplia, pero si lo tuyo son los antojos súbitos, hay una lista de ingredientes para que la hagas a tu gusto.  Creo que las mejores de la carta son la clásica y la de carne de cordero con aderezo de yogur.  Si tienes ganas de probar algo más "exótico", los pork belly buns están buenísimos.  La orden es de 2 y el sabor es una mezcla entre tocinoso y asiático, ya que le ponen lo que creo es salsa de ciruela como la que usan algunos restaurantes chinos en sus platos con pato.

Algo que definitivamente no te puedes perder es el pudding de caramelo.  Si lo tuyo es el dulce, seguro no te arrepientes.  Igual está bueno compartirlo para que no te canse el sabor.  También tienen una lista de malteadas con piquete o "spiked shakes" como les dicen ellos que está bastante simpática; altamente recomendable.

La distribución y decoración del lugar son muy parecidas al Rocco & Simona, de hecho está en el local de junto.  La terracita definitivamente se antoja mucho para estos días de calor.  El servicio en general es bueno, aunque como es algo reciente su apertura, hay algunos meseros que se les nota que son primerizos y a veces tienes que repetirles la orden.

Dato curioso: Tienen una catsup preparada bastante rica.

Mejor forma de llegar: Definitivamente caminando.  No tienen valet parking y la zona es algo complicada.

Costo: Si no le entras a los drinks, $200 Pesos por persona ya con propina.  No aceptan AMEX.

Butcher & Sons
Virgilio 8
Colonia Polanco
D.F.
5280 42 27
Twitter: @butcherandsons